I tried to sell this old Z77 airsoft real cheap to a co-worker over the weekend, unfortunately it's kinda busted up and the economy ain't right.
Also, had another crazy encounter with some hobo at the bus today. One of those Crea rehab goons with the mustard shirt. At the stop he had approached me to ask something but I turned him down real quick thinking it was gonna be change, turns out he wanted directions for that shelter in Old San Juan. He got real mad because how I shot him down thinking he was panhandling! Kept giving me the stink-eye and telling his buddy how I ain't a real man on the barrio like him. Think he also flipped me off as I walked off my stop, but I just smiled that one on!
Anyway, back to Puerto Nuevo...
Ultra Alma (3)
El foco también
ve en el techo la cisterna de agua plástica azul derramada, mas del químico
rojo se esparce a la marquesina desde ahí y a la calle y por ultimo ven a Lulu
corriendo hacia adentro de la cisterna mirándolos asustada. La luz luego los
deja y persigue el camión de transporte de personal saliendo con prisa del
solar. Con el batido de la hélice bajando de volumen todo apenas se tranquiliza
y Vladimir levanta su espalda, se mantiene sentado mirando alrededor suyo
escuchando diversos rugidos de monstruos y gente gritando. Se va levantando,
mira a la distancia los Borinquen Towers también a oscuras, pero primero son
los postes de ahí en la avenida Roosevelt los que de repente se vuelven a
encender, igualmente en llega la luz en las torres y a los postes de la
urbanización y al fin a las casa. Al borde del techo a Vladimir se le baja la
sonrisa por nervios al presenciar en la calle una escena de caos con las luces
encendidas. Monstruos por todas partes, criaturas de las suyas dominando y
devorando lo que se encuentren. Carros destrozados a mitad de trayectoria en
llamas y cualquier residente del área o agente brusco o no siendo comido.
Aterrado, se va echando para atrás a la cisterna. Vuelve a escuchar mas hélices
de helicópteros batiendo de camino y ve las luces que se acercan. Coge prisa
para encontrar a Lulu y Remy dentro de la cisterna agachados y una luz de
bengala detonada detrás de él vuelve y le interrumpe el paso. El da la vuelta y ve por el techo de otra
residencia a la Guaynabicha De Condado transformada igual que ellos que fue
quien lo emitió. “¡Yokaira!” – sale Remy gritando. “¡Esa es mi hermana!”
“¡Okay
vente, vamonos!” – el le dice y con Lulu ayudan para dar camino hacia ella. “Uh,
how do we do this?” – el pregunta antes de ir bajando el portón y ella se saca
de los mahones otro revolver mirando por donde van a pasar.
“…si es una
persona, le escupes! ¡Si es uno de esos monstruitos les disparas!”
“¡Si loco
escupe a esta gente para lo que veas lo que pasa!” – dice Remy siendo el
primero en bajar otra vez sonriendo. Lulu va detrás suyo gritando que espere y
que tenga cuidado y Vladimir es el ultimo en bajar. Van cruzando la calle con
prisa, más monstruos de los suyos en el caos, a mitad de camino se acerca otra
vez primero la luz del helicóptero y luego regresa el camión a toda velocidad
que casi los atropella. En vez de eso choca con otros vehículos ya impactados y
en llamas causando otro desastre que separan a los tres en el medio de la calle
momentáneamente. Remy cae más del otro lado adelante y es el primero en
levantarse con una jaqueca, el camión sigue corriendo con las compuertas de
atrás abiertas y caen unos agentes mal preparados a la calle. Ensangrentados y
adoloridos pero furiosos al levantarse y ver al chamaquito ahí parado, el mas
cerca le reclama que le de la AK con autoridad y amenazas. Remy primero se siente
estupefacto por un segundo y se echa reír de nuevo antes de escupirle la cara.
Le maravillaba mas que todo su propia transformación, el químico hasta tiene
sabor en su paladar y cuando lo escupe sale disparado como un pequeño cantazo
de chorro. Se pasa los lados de la lengua por los dos pequeñas aperturas detrás
de las encías que ahora le permiten ese mecanismo de defensa. Algo diferente le
ocurre a su ultima victima sin embargo, tres pequeñas cuadradas bocas y colas
de saurio lo despedazan desde adentro dividiendo el cuerpo, sorprendido por
esto mientras el otro agente ahora otra vez aterrado, Remy observa los tres
pequeños verde pálido reptiles de dos patas y pequeñas garras, del tamaño de
gallinas y con las marcas negras de iguana en la cola salir al ambiente dando
pequeños chillidos. “¡Acho a ver quien te perdona ahora!” – Remy declara, suena
sus dedos y les pita para la atención señalando al agente que queda. “¡Cogelo
cogelo!” – y los despacha como perros, por obediencia o no los reptiles lo
hacen pero antes de poder alcanzarlo llega otra luz de helicóptero y son
baleados. El solo toma tiempo para ver las figuras descendiendo en una soga y
sale corriendo por donde fue el camión descargando tiros sueltos sin mirar. Dos
caen en el ascenso y siente a una tercera detrás suyo persiguiéndolo y
tiroteando a toda criatura indiscriminadamente en el camino.
Vladimir y
Lulu al recuperarse ven mas de las otras criaturas infladas salir del solar
atacando, ellos reaccionan alzando armas y disparando. De sus propias criaturas
se aparecen y se van uniendo en contienda hasta que mas individuos van
descendiendo y disparando contra todo monstruo. Lulu corre buscando a Remy y
Vladimir sigue. El individuo lo alcanza y somete a Remy con fuerza contra el
piso de espaldas. “¡Para ya! ¡No te haré daño, para ya!” – lo desarma regañando
y lo vira de frente, Remy ve la cruz negra en el centro de su capucha tapando
la cara como mascara anónima. Un patrón de espinas negras forman otra cruz en
su pecho, parece como una armadura dorada lo que lleva puesto. Recibe un
macanazo en la cabeza de parte de Yokaira asustada y andrajosa de lo
irrealmente pésimo que va la noche, se fue con su mejor ropa casual puesta para
esa gran apertura. Ayuda a su hermanito para que se levante y salen corriendo
juntos, Lulu llega y el caballero con las cruces se va levantando maldiciendo y
apunto de volver a la persecución. Lulu le agarra el hombro y descarga un tiro
por detrás de la cabeza, corre una distancia adonde cogieron Yokaira y Remy
pero luego se detiene. Mira para atrás a Vladimir alcanzando y mas de esos
individuos en las armaduras descendiendo, Vladimir se detiene con ella y los
ven aun descargando con metralletas en contra de las criaturas. De la nada uno
de ellos se aparece con las manos en alto. “¡Bajen las armas!” – el les grita
con un tono de suplicar. “¡Por favor, ya! ¡No les haremos daño!” – el alcanza
su capucha y revela tener la misma coloración en su piel y ojos. “¡Por favor!
¡Por favor!” – siguió acercándose con las manos en alto y una cara preocupada,
casi como reflejo Lulu alzo el revolver y le disparo en la cabeza.
Sienten los
disparos alrededor suyo, y Vladimir la ve correr adonde ellos disparando. Solo
la sigue sin hacer nada hasta que ve la primera armadura dorada apuntándolo con
una metralleta. No se percata que la razón por la cual no le dispara es porque
esta temblando horrorizada, Vladimir en cambio sigue maravillándose igual que
Remy pensando en como esta viviendo lo imposible. Descarga el tiro contra el
hombro y garganta pensando en la novedad de estas armaduras aparecerse observando
esa caer. Se le acerca y mira la metralleta que estaba aguantando, luego ve a
Lulu ser sometida por otro grupo de estos caballeros. El pompea, apunta y hala
el gatillo y se le acabaron los cartuchos. Lo ultimo que ve es un puño de oro
darle otro noqueo.
Viviana
tuvo una idea de ir recolectando de los pequeños saurios que se encontrara y
los va guardando en una mochila de viaje bien grande. Le fascina como no la
atacan al haber provenido de ella. Lo mas que hacen es dar un chillido y una
pequeña mordida suelta si se les acercan mientras están comiendo de los
maleantes armados que sorprendieron, le recuerda a ese pequeño perro chihuahua
Rocky que ella tuvo cuando era chiquita. Cuenta ocho que ya ha capturado, ya se
habrán escapado algunos de este restaurante criollo en el centro comercial al
pie de Borinquen Towers. Ella y Mikhail pusieron las tormenteras para que no se
escaparan las criaturas más grandes ahora o durmiendo o rascando huesos de las personas
que ya devoraron. Se queda pensando en como es posible que acaba de impactar el
ecosistema en el país con esos saurios que se hayan escapado, ya deben estar
por el Bosque de San Patricio y en la semana de allí saldrá el criadero. Se
siente un poco fría en el comedor, descarto su trenchcoat y anda con un chaleco
antibalas que no le cubre los brazos, como siempre lleva su pelo aguantado y
ahora la silueta de machete esta roja del químico como pintura de guerra bien
combinado con su nueva piel verde que aterroriza a unos cinco falsos agentes
amarrados en una esquina por la cocina. Mikhail los vigila, también ya
protegido con un chaleco estudiando los armamentos que tienen disponibles. Va verificando
otra Mossberg, una JIC como las que tenia separada con su copia especial de
Judgment Night, chequea cuantos cartuchos les puede insertar y como trabajarla.
Luego trabaja una metralleta oscura que le llamo la atención, una SA80. Leyó
sobre esta arma larga por Internet cuando un día en un foro le enseñaron una
foto de la Unidad Táctica de Resolución de Crisis de Bolivia en una parada con
sus uniformes y mascaras de reglamento. Verifica los peines, el seguro, hace un
ejercicio de descargar y recargar lo más rápido posible ya que tiene una
emergencia en sus manos. “¡¿Me vas a decir que estuviste también en el ejercito
pendejo?!” – se queja uno de los falsos agentes, este el mulato joven con la
cabeza rapada mas grande de todos, sus brazos tatuados con marcas de entusiasta
de artes marciales mixtas. A diferencia de los demás esta de muy mal humor
golpeado. Se siente mas humillado que aterrorizado por estos Guaynabitos. Mikhail
lo mira por un segundo, suena los dedos y le apunta a Viviana al malandrín más
flaco pálido y asustado al lado suyo. Ella se le acerca con una cara seria y un
pequeño saurio en sus brazos.
“¡Ay puñeta
Ignacio porque?!” – el grita tambaleando al verla venir.
“¡Ignacio cállate
ya puñeta!”
“¿¡No
entiendes que nos van a matar a todos!?” – dicen así el resto en un escándalo
viendo a Viviana lanzar el pequeño reptil en la cara del malandrín atacándolo
en una furia de rasguños y mordiscos.
“¡Caguense
en su madre a mi dejan tranquilo!” – el contesta sacando aliento de que no le
importa y recibe una garnatada suave pero bien sonada como látigo en los cachetes
de parte de Mikhail. Esto lo enfurece mucho más. “Acho tu no sabes como yo te
voy tratar tan pronto me suelte...” – el ruge suavemente. Mikhail lo mira y
rueda los ojos dando la vuelta al resto del grupo. “Si eso mismito mamabicho tu
no me quieres ver ahora, pero deja que yo te vea a ti. ¡Deja que yo te vea a
ti, cantoe’ pendejo, te voy a coger y te voy a!-…” – y es interrumpido con un
saurio chillando en su cara que Viviana aguanta.
“Yo creo
que tu vas a terminar como uno de estos…” – ella le dice. “Tú terminas así, te
pongo a ti, tu otro par en la bolsita y te llevo a casa y te crió con solo maíz
como una gallina. O te conviertes en uno de los grandes y te soltamos. Tú
puedes bichear y joder todo lo que quieras pero sabes que es la verdad, por eso
me gustas y me voy a quedar contigo. Tus amigos sin embargo…” – Mikhail da una
pequeña ráfaga de tiros al techo para lograr seguir amedrentando a los tres que
quedan. “Tus amigos se pueden quedar aquí. Ellos quieren salir de esta vivos
todos. Yo no se como, ellos van a sobrevivir la noche entera, pero por el
momento están bregando con nosotros. Y ahora mismo, el Alemán y yo…” – a
Mikhail fue el que se le ocurrió esta estrategia de intimidación improvisada.
El no va hablar una palabra de español para verse como un extranjero demente y
confundir a todo el mundo. Originalmente tuvo este plan con Vladimir y el seria
el interprete, pero para Viviana lo que hace es susurrar en la oreja si le
tiene que indicar algo. “Estamos buscando a alguien, fuimos tres cuando estábamos
en Plaza y ahora somos dos y eso de verdad me molesta. Por favor me dicen donde
es que el esta, y nosotros, no vamos a formar parte de lo que sea que les caiga
encima.”
“¡Okay esta
bien esta bien! ¡Nosotros te hablamos!”
“¡Dime
entonces, como se llama el amigo tuyo?!” – una fémina en el grupo les pregunta.
“The
fuck!?” – Viviana se queja incrédula de momento y le azota un puño en la nariz
a esa fémina. “¡¿Para que necesitan nombres?! ¡Ustedes saben lo que hicieron!
¡Si me van a dar vuelta al tema pues me dicen ahora por que solo nosotros dos
estamos aquí metidos! ¡¿Qué le paso a todo el mundo que cogieron!?”
“Si ustedes
llegaron aquí era porque son de los poquitos que iban a vender por separado
como trata humana…” – la fémina contesta recuperándose y tosiendo sangre.
“…que?!” –
Viviana pregunta confundida y Mikhail levemente sorprendido por un segundo.
“Arnaldo
Chago…” – ella sigue explicando. “El fue el que se le ocurrió todo esto. El es
ex-capitán de la Guardia Nacional y término maestro de educación física en la
escuela publica por allá abajo. Todo el mundo en el barrio pensó que era
tremendo pendejo vendiendo armas bajo la mesa a chamaquitos gatilleros
desertores y tecatos hasta dos años atrás cuando de la nada consiguió gente y
herramientas y vehículos, todos los puntos en Puerto Nuevo, y después organizo
esa cuestión de Plaza. ¡Mala mía coño en serio!”
“Te perdono
entonces, ahora me tienes que decir donde esta quien nosotros estamos buscando
y por que. ¿Para que ustedes se llevaron a toda esa gente?”
“Yo se que
tu no estas endiablada.” – otro falso agente en el trío de repente contesta con
seriedad. “La verdad es, yo ya había visto todo esto antes.”
“Chago necesita
gente.” – vuelve a indicar la fémina. “No como soldados para su grupo, que ni
que con nosotros basta, pero, este…el contó que consiguió ‘una agenda’. Que
cualquier persona iba a ser de valor. Yo no estoy muy al tanto de lo demás
pero…estaban estos planes para hacer algo en La Perla.”
“Hay un sótano
en la barra.” – vuelve y otro. “Este centro comercial tiene refugio a prueba de
radiación que los Americanos construyeron cuando tuvieron la base en el bosque.
Arnaldo consiguió acceso por aquí y estuvo pasando par de días antes de esta
noche…”
“Entonces
el estaría de camino…” – se idea Viviana en voz alta.
“¡Eso
mismito nena! ¡Cualquier dudita que tengas le partes la cara a ese cabron!
¡Acho también dale de mi parte, nos jodio a todo el mundo!” – dice la fémina
con un desesperado alivio.
“Pues mira
puede que lo haga, y tan pronto chuequee esa barra te salvaste…” – le hace
señas a Mikhail y salen de camino para cotejar esa información.
“¡Te estoy
diciendo la verdad nenita! ¡Te estoy diciendo la verdad!” – y Viviana va
recogiendo el reptil fuera de la cara del malandrín que usaron de ejemplo, termino
en pésimas condiciones rojas sin nariz y ojos y mitad de la quijada. Recoge también
la JIC y lo demás echándolo en otro bultito.
“Fucking
chota…” – Ignacio se vuelve a manifestar y Mikhail sonriendo le entra otra
garnatada antes de irse otra vez a los comedores.
“¡Eso
mismo, dale ese cabroncito!”
“Dios mió
Ignacio tu siempre fuiste tan pendejito…” – dice la fémina con un tono de falsa
pena y logra también sonreírle para burlarse. “Siempre hubo que bregar contigo
como un chamaquito.”
“Ay cállate
putita de mierda…”
“¡Nene!” –
se une otro a la burla. “¡Nene!”
“Nah y
ahora vas a ser la mascota de esos manganzones…” – sigue la fémina y le
interrumpe la entrada del agente en el mameluco verde cubierto de pies a
cabeza. Todos callan mientras el verifica la escena hasta extender los brazos
en gesto de exigir una explicación.
“¿Y aquí
que fue lo que les paso? ¿Dónde están los demás?” – el pregunta, su voz algo
apretada detrás de ese visor en la capucha.
“¡Chago! ¡Ignacio
casi nos mata a todos!” – la fémina acusa con fuerte furia, esperan todos por
un momento en lo que Chago saca otra vez el revolver y casualmente ejecuta a
Ignacio.
“¿Acaso los
transformados que les cayeron encima a ustedes siguen por aquí metidos?” – el
vuelve y pregunta.
“¡Si loco
ten cuidado!”
“¡Yo creo
que ellos planearon todo esto! ¡Están buscando el botín tuyo en el sótano!”
“¡Chaguito,
en serio, yo creo que estas bregando con profesionales! ¡Vas a necesitar
nuestra ayuda loco!...” – dice la fémina mientras Chago va alcanzando otra vez
la manguera de presión en su espalda.
“Si eso no
lo dudo…” – el les dice.
“Perdona la
pregunta pero, acaso tienes algún miembro de tu familia en GSG-9 o algo por el
estilo?” – Viviana le pregunta a Mikhail en referencia a su manejo de las
armas. Van por el pasillo con las paredes color cobre retomando el ambiente
familiar Borincano con cuadros de vejigantes o pleneras enmarcados saliendo de
la cocina y al lado de los baños que dirigen a la barra bordeando una esquina
al espacio de las mesas.
“Heh, nah
esta bien…” – Mikhail le va contestando. “Es que tu sabes, uno juega los FPS,
después le dan ganas de entrar en este tema…”
“Tienes razón…y
oye ven acá, después de esta, quieres averiguar como fue que terminamos con
esto?”
“¿Cómo
vamos hacer eso?”
“No se,
exactamente como es que vamos a conseguir a Vladimir entonces?”
“Buen punto
Viviana. Perdóname por dudar a estas alturas…” – el sonríe, y al dar hacia el
espacio de las mesas ven un boquete por las tormenteras, una de sus criaturas
de pie en pos de defensa ante el ataque de un individuo en armadura dorada
acechando con una espada que le combina. Otras de las criaturas están ya caídas
degolladas. Primero Mikhail y Viviana y el caballero se miran sorprendidos por
un minuto, luego Mikhail es el que alza la SA80 y le indica a Viviana que se
cubra en la barra al descargar fatal una ráfaga contra el caballero. Van
entrando dos más pero solo armados con espadas y Mikhail logra detenerlos
disparando en un movimiento de zigzag con buen enfoque. Las criaturas que
quedan luego rugen hacia el pasillo a la cocina y Viviana mirando desde ahí
escondida se horroriza al ver las caras aplastadas y los dientes de sable de
las otras criaturas correr a ella. Ella brinca al otro lado de la barra a
Mikhail mientras sus propias criaturas, contando con solo dos luego de esa
intrusión de los caballeros, van y la defienden. Chago ojea donde se estaciono
detrás del centro comercial, los curiosos desde arriba residentes de Borinquen
Towers ya se van juntando y grabando con los celulares y encima del camión
suyo, ya otra vez se añadió el helicóptero. Los cables para despachar
caballeros van bajando, pero el tranquilo vuelve al vehiculo por un minuto,
sale con la manguera enganchada en su sitio, el revolver otra vez en una mano y
un lanzagranadas en la otra. Su paso como si nada, ignora a espaldas suyas a
alguien ordenando que se detenga, y del camión van saliendo un grupo de sus
propias criaturas al ataque de todo caballero bajando a la escena. Mikhail y
Viviana se quedaron distraídos viendo la contienda entre sus criaturas y las
otras hasta que Chago entra por el pasillo y se manifiesta disparando con el
revolver a las que no son suyas. A esto Mikhail y Viviana le huyen, corriendo
hacia una mesa virada para el lado y se esconden, mientras todo se tranquiliza
Chago va recargando el revolver. Al terminar ve sus criaturas correr husmeando
a alguien escondiéndose el área y descarga con el lanzagranadas bombas de gas lacrimógeno
a las mesas.
“Shhhhhhheisser!”
– Mikhail se queja sorprendido y asustado. “¡Vete de aquí!” – le grita a
Viviana señalando el boquete por las tormenteras pero lo que ella asustada hace
es agarrarlo otra vez, con la intención de no irse sola. Haciendo esto revela
su posición y Chago dispara con su revolver, la mesa aun así logra protegerlos,
ella se tropieza y Mikhail contesta con una descarga furiosa que lo hace
esconderse en la barra. Chago ve más de sus criaturas entrar y tranquilamente
se dedica a buscar la compuerta al sótano.
“¡Heheheh,
se pudo y se puede!” – el piensa en voz alta.
La
combinación del humo y las criaturas infladas le dan una horrenda sorpresa a
Viviana viendo sus dientes de sable venir. El gas como tal no los estuvo
afectando así que ella reacciona con la escopeta a tiempo y con la ayuda de
Mikhail logran detener esa ola. Chago escuchando esos disparos decide atacar
otra vez antes de bajar, hace la misma combinación de primero detonar otra mas
gas y luego unos disparos caminando a las mesas. Mikhail y Viviana logran otra
vez meterse detrás de mesas viradas aunque ahora están separados. Viviana desde
el fondo a la derecha lanza la mochila llena de los saurios a Chago, este
piensa que es una distracción y que del otro lado de la mesa va salir
disparando y se echa a reír caminando hacia ella listo para tirotearla, hasta
que se le lanzan encima los reptiles. El se queda de pies tambaleando a gritos
por los rasguños y mordidas. Dispara suelto, de esas balas una casi le da a
Mikhail cuando tuvo la idea de tirotear sus piernas y lo hace esperar hasta que
le diera la espalda. Una vez derribado en la neblina de gas ellos se acercan
apuntando precavidamente, les sorprende cuando el logra lanzar a par de los
saurios quitándoselos de encima y Mikhail toma la iniciativa de acercarse con
mas prisa. Chago se quita la capucha y la lanza distrayendo gran parte de los
saurios picando. “¡Vladimir Nervo!” – Mikhail pregunta tan pronto le ve la
cara. “¡Vladimir Nervo! ¡¿Dónde esta?!”
Chago alza su revolver fuera de la neblina con
una cara confundida mirando a Mikhail, este le taladra una ráfaga de tiros en
el techo antes de que disparara. Viviana se acerca y se queda parada a su lado,
ambos mirando y pensando que hacer ahora. Escuchan las hélices y están de inmediato rodeados por armaduras doradas.
(continuara)
- AA
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