martes, 11 de marzo de 2014

Say 'Yes!' to 'Trigger Discipline!'






I tried to sell this old Z77 airsoft real cheap to a co-worker over the weekend, unfortunately it's kinda busted up and the economy ain't right.
Also, had another crazy encounter with some hobo at the bus today. One of those Crea rehab goons with the mustard shirt. At the stop he had approached me to ask something but I turned him down real quick thinking it was gonna be change, turns out he wanted directions for that shelter in Old San Juan. He got real mad because how I shot him down thinking he was panhandling! Kept giving me the stink-eye and telling his buddy how I ain't a real man on the barrio like him. Think he also flipped me off as I walked off my stop, but I just smiled that one on!

Anyway, back to Puerto Nuevo...





Ultra Alma (3)




El foco también ve en el techo la cisterna de agua plástica azul derramada, mas del químico rojo se esparce a la marquesina desde ahí y a la calle y por ultimo ven a Lulu corriendo hacia adentro de la cisterna mirándolos asustada. La luz luego los deja y persigue el camión de transporte de personal saliendo con prisa del solar. Con el batido de la hélice bajando de volumen todo apenas se tranquiliza y Vladimir levanta su espalda, se mantiene sentado mirando alrededor suyo escuchando diversos rugidos de monstruos y gente gritando. Se va levantando, mira a la distancia los Borinquen Towers también a oscuras, pero primero son los postes de ahí en la avenida Roosevelt los que de repente se vuelven a encender, igualmente en llega la luz en las torres y a los postes de la urbanización y al fin a las casa. Al borde del techo a Vladimir se le baja la sonrisa por nervios al presenciar en la calle una escena de caos con las luces encendidas. Monstruos por todas partes, criaturas de las suyas dominando y devorando lo que se encuentren. Carros destrozados a mitad de trayectoria en llamas y cualquier residente del área o agente brusco o no siendo comido. Aterrado, se va echando para atrás a la cisterna. Vuelve a escuchar mas hélices de helicópteros batiendo de camino y ve las luces que se acercan. Coge prisa para encontrar a Lulu y Remy dentro de la cisterna agachados y una luz de bengala detonada detrás de él vuelve y le interrumpe el paso.  El da la vuelta y ve por el techo de otra residencia a la Guaynabicha De Condado transformada igual que ellos que fue quien lo emitió. “¡Yokaira!” – sale Remy gritando. “¡Esa es mi hermana!”
“¡Okay vente, vamonos!” – el le dice y con Lulu ayudan para dar camino hacia ella. “Uh, how do we do this?” – el pregunta antes de ir bajando el portón y ella se saca de los mahones otro revolver mirando por donde van a pasar.
“…si es una persona, le escupes! ¡Si es uno de esos monstruitos les disparas!”
“¡Si loco escupe a esta gente para lo que veas lo que pasa!” – dice Remy siendo el primero en bajar otra vez sonriendo. Lulu va detrás suyo gritando que espere y que tenga cuidado y Vladimir es el ultimo en bajar. Van cruzando la calle con prisa, más monstruos de los suyos en el caos, a mitad de camino se acerca otra vez primero la luz del helicóptero y luego regresa el camión a toda velocidad que casi los atropella. En vez de eso choca con otros vehículos ya impactados y en llamas causando otro desastre que separan a los tres en el medio de la calle momentáneamente. Remy cae más del otro lado adelante y es el primero en levantarse con una jaqueca, el camión sigue corriendo con las compuertas de atrás abiertas y caen unos agentes mal preparados a la calle. Ensangrentados y adoloridos pero furiosos al levantarse y ver al chamaquito ahí parado, el mas cerca le reclama que le de la AK con autoridad y amenazas. Remy primero se siente estupefacto por un segundo y se echa reír de nuevo antes de escupirle la cara. Le maravillaba mas que todo su propia transformación, el químico hasta tiene sabor en su paladar y cuando lo escupe sale disparado como un pequeño cantazo de chorro. Se pasa los lados de la lengua por los dos pequeñas aperturas detrás de las encías que ahora le permiten ese mecanismo de defensa. Algo diferente le ocurre a su ultima victima sin embargo, tres pequeñas cuadradas bocas y colas de saurio lo despedazan desde adentro dividiendo el cuerpo, sorprendido por esto mientras el otro agente ahora otra vez aterrado, Remy observa los tres pequeños verde pálido reptiles de dos patas y pequeñas garras, del tamaño de gallinas y con las marcas negras de iguana en la cola salir al ambiente dando pequeños chillidos. “¡Acho a ver quien te perdona ahora!” – Remy declara, suena sus dedos y les pita para la atención señalando al agente que queda. “¡Cogelo cogelo!” – y los despacha como perros, por obediencia o no los reptiles lo hacen pero antes de poder alcanzarlo llega otra luz de helicóptero y son baleados. El solo toma tiempo para ver las figuras descendiendo en una soga y sale corriendo por donde fue el camión descargando tiros sueltos sin mirar. Dos caen en el ascenso y siente a una tercera detrás suyo persiguiéndolo y tiroteando a toda criatura indiscriminadamente en el camino.

Vladimir y Lulu al recuperarse ven mas de las otras criaturas infladas salir del solar atacando, ellos reaccionan alzando armas y disparando. De sus propias criaturas se aparecen y se van uniendo en contienda hasta que mas individuos van descendiendo y disparando contra todo monstruo. Lulu corre buscando a Remy y Vladimir sigue. El individuo lo alcanza y somete a Remy con fuerza contra el piso de espaldas. “¡Para ya! ¡No te haré daño, para ya!” – lo desarma regañando y lo vira de frente, Remy ve la cruz negra en el centro de su capucha tapando la cara como mascara anónima. Un patrón de espinas negras forman otra cruz en su pecho, parece como una armadura dorada lo que lleva puesto. Recibe un macanazo en la cabeza de parte de Yokaira asustada y andrajosa de lo irrealmente pésimo que va la noche, se fue con su mejor ropa casual puesta para esa gran apertura. Ayuda a su hermanito para que se levante y salen corriendo juntos, Lulu llega y el caballero con las cruces se va levantando maldiciendo y apunto de volver a la persecución. Lulu le agarra el hombro y descarga un tiro por detrás de la cabeza, corre una distancia adonde cogieron Yokaira y Remy pero luego se detiene. Mira para atrás a Vladimir alcanzando y mas de esos individuos en las armaduras descendiendo, Vladimir se detiene con ella y los ven aun descargando con metralletas en contra de las criaturas. De la nada uno de ellos se aparece con las manos en alto. “¡Bajen las armas!” – el les grita con un tono de suplicar. “¡Por favor, ya! ¡No les haremos daño!” – el alcanza su capucha y revela tener la misma coloración en su piel y ojos. “¡Por favor! ¡Por favor!” – siguió acercándose con las manos en alto y una cara preocupada, casi como reflejo Lulu alzo el revolver y le disparo en la cabeza.

Sienten los disparos alrededor suyo, y Vladimir la ve correr adonde ellos disparando. Solo la sigue sin hacer nada hasta que ve la primera armadura dorada apuntándolo con una metralleta. No se percata que la razón por la cual no le dispara es porque esta temblando horrorizada, Vladimir en cambio sigue maravillándose igual que Remy pensando en como esta viviendo lo imposible. Descarga el tiro contra el hombro y garganta pensando en la novedad de estas armaduras aparecerse observando esa caer. Se le acerca y mira la metralleta que estaba aguantando, luego ve a Lulu ser sometida por otro grupo de estos caballeros. El pompea, apunta y hala el gatillo y se le acabaron los cartuchos. Lo ultimo que ve es un puño de oro darle otro noqueo.   

Viviana tuvo una idea de ir recolectando de los pequeños saurios que se encontrara y los va guardando en una mochila de viaje bien grande. Le fascina como no la atacan al haber provenido de ella. Lo mas que hacen es dar un chillido y una pequeña mordida suelta si se les acercan mientras están comiendo de los maleantes armados que sorprendieron, le recuerda a ese pequeño perro chihuahua Rocky que ella tuvo cuando era chiquita. Cuenta ocho que ya ha capturado, ya se habrán escapado algunos de este restaurante criollo en el centro comercial al pie de Borinquen Towers. Ella y Mikhail pusieron las tormenteras para que no se escaparan las criaturas más grandes ahora o durmiendo o rascando huesos de las personas que ya devoraron. Se queda pensando en como es posible que acaba de impactar el ecosistema en el país con esos saurios que se hayan escapado, ya deben estar por el Bosque de San Patricio y en la semana de allí saldrá el criadero. Se siente un poco fría en el comedor, descarto su trenchcoat y anda con un chaleco antibalas que no le cubre los brazos, como siempre lleva su pelo aguantado y ahora la silueta de machete esta roja del químico como pintura de guerra bien combinado con su nueva piel verde que aterroriza a unos cinco falsos agentes amarrados en una esquina por la cocina. Mikhail los vigila, también ya protegido con un chaleco estudiando los armamentos que tienen disponibles. Va verificando otra Mossberg, una JIC como las que tenia separada con su copia especial de Judgment Night, chequea cuantos cartuchos les puede insertar y como trabajarla. Luego trabaja una metralleta oscura que le llamo la atención, una SA80. Leyó sobre esta arma larga por Internet cuando un día en un foro le enseñaron una foto de la Unidad Táctica de Resolución de Crisis de Bolivia en una parada con sus uniformes y mascaras de reglamento. Verifica los peines, el seguro, hace un ejercicio de descargar y recargar lo más rápido posible ya que tiene una emergencia en sus manos. “¡¿Me vas a decir que estuviste también en el ejercito pendejo?!” – se queja uno de los falsos agentes, este el mulato joven con la cabeza rapada mas grande de todos, sus brazos tatuados con marcas de entusiasta de artes marciales mixtas. A diferencia de los demás esta de muy mal humor golpeado. Se siente mas humillado que aterrorizado por estos Guaynabitos. Mikhail lo mira por un segundo, suena los dedos y le apunta a Viviana al malandrín más flaco pálido y asustado al lado suyo. Ella se le acerca con una cara seria y un pequeño saurio en sus brazos.
“¡Ay puñeta Ignacio porque?!” – el grita tambaleando al verla venir.
“¡Ignacio cállate ya puñeta!”
“¿¡No entiendes que nos van a matar a todos!?” – dicen así el resto en un escándalo viendo a Viviana lanzar el pequeño reptil en la cara del malandrín atacándolo en una furia de rasguños y mordiscos.
“¡Caguense en su madre a mi dejan tranquilo!” – el contesta sacando aliento de que no le importa y recibe una garnatada suave pero bien sonada como látigo en los cachetes de parte de Mikhail. Esto lo enfurece mucho más. “Acho tu no sabes como yo te voy tratar tan pronto me suelte...” – el ruge suavemente. Mikhail lo mira y rueda los ojos dando la vuelta al resto del grupo. “Si eso mismito mamabicho tu no me quieres ver ahora, pero deja que yo te vea a ti. ¡Deja que yo te vea a ti, cantoe’ pendejo, te voy a coger y te voy a!-…” – y es interrumpido con un saurio chillando en su cara que Viviana aguanta.
“Yo creo que tu vas a terminar como uno de estos…” – ella le dice. “Tú terminas así, te pongo a ti, tu otro par en la bolsita y te llevo a casa y te crió con solo maíz como una gallina. O te conviertes en uno de los grandes y te soltamos. Tú puedes bichear y joder todo lo que quieras pero sabes que es la verdad, por eso me gustas y me voy a quedar contigo. Tus amigos sin embargo…” – Mikhail da una pequeña ráfaga de tiros al techo para lograr seguir amedrentando a los tres que quedan. “Tus amigos se pueden quedar aquí. Ellos quieren salir de esta vivos todos. Yo no se como, ellos van a sobrevivir la noche entera, pero por el momento están bregando con nosotros. Y ahora mismo, el Alemán y yo…” – a Mikhail fue el que se le ocurrió esta estrategia de intimidación improvisada. El no va hablar una palabra de español para verse como un extranjero demente y confundir a todo el mundo. Originalmente tuvo este plan con Vladimir y el seria el interprete, pero para Viviana lo que hace es susurrar en la oreja si le tiene que indicar algo. “Estamos buscando a alguien, fuimos tres cuando estábamos en Plaza y ahora somos dos y eso de verdad me molesta. Por favor me dicen donde es que el esta, y nosotros, no vamos a formar parte de lo que sea que les caiga encima.”
“¡Okay esta bien esta bien! ¡Nosotros te hablamos!”
“¡Dime entonces, como se llama el amigo tuyo?!” – una fémina en el grupo les pregunta.
“The fuck!?” – Viviana se queja incrédula de momento y le azota un puño en la nariz a esa fémina. “¡¿Para que necesitan nombres?! ¡Ustedes saben lo que hicieron! ¡Si me van a dar vuelta al tema pues me dicen ahora por que solo nosotros dos estamos aquí metidos! ¡¿Qué le paso a todo el mundo que cogieron!?”
“Si ustedes llegaron aquí era porque son de los poquitos que iban a vender por separado como trata humana…” – la fémina contesta recuperándose y tosiendo sangre.
“…que?!” – Viviana pregunta confundida y Mikhail levemente sorprendido por un segundo.
“Arnaldo Chago…” – ella sigue explicando. “El fue el que se le ocurrió todo esto. El es ex-capitán de la Guardia Nacional y término maestro de educación física en la escuela publica por allá abajo. Todo el mundo en el barrio pensó que era tremendo pendejo vendiendo armas bajo la mesa a chamaquitos gatilleros desertores y tecatos hasta dos años atrás cuando de la nada consiguió gente y herramientas y vehículos, todos los puntos en Puerto Nuevo, y después organizo esa cuestión de Plaza. ¡Mala mía coño en serio!”
“Te perdono entonces, ahora me tienes que decir donde esta quien nosotros estamos buscando y por que. ¿Para que ustedes se llevaron a toda esa gente?”
“Yo se que tu no estas endiablada.” – otro falso agente en el trío de repente contesta con seriedad. “La verdad es, yo ya había visto todo esto antes.”
“Chago necesita gente.” – vuelve a indicar la fémina. “No como soldados para su grupo, que ni que con nosotros basta, pero, este…el contó que consiguió ‘una agenda’. Que cualquier persona iba a ser de valor. Yo no estoy muy al tanto de lo demás pero…estaban estos planes para hacer algo en La Perla.”
“Hay un sótano en la barra.” – vuelve y otro. “Este centro comercial tiene refugio a prueba de radiación que los Americanos construyeron cuando tuvieron la base en el bosque. Arnaldo consiguió acceso por aquí y estuvo pasando par de días antes de esta noche…”
“Entonces el estaría de camino…” – se idea Viviana en voz alta.
“¡Eso mismito nena! ¡Cualquier dudita que tengas le partes la cara a ese cabron! ¡Acho también dale de mi parte, nos jodio a todo el mundo!” – dice la fémina con un desesperado alivio.
“Pues mira puede que lo haga, y tan pronto chuequee esa barra te salvaste…” – le hace señas a Mikhail y salen de camino para cotejar esa información.
“¡Te estoy diciendo la verdad nenita! ¡Te estoy diciendo la verdad!” – y Viviana va recogiendo el reptil fuera de la cara del malandrín que usaron de ejemplo, termino en pésimas condiciones rojas sin nariz y ojos y mitad de la quijada. Recoge también la JIC y lo demás echándolo en otro bultito.
“Fucking chota…” – Ignacio se vuelve a manifestar y Mikhail sonriendo le entra otra garnatada antes de irse otra vez a los comedores.
“¡Eso mismo, dale ese cabroncito!”
“Dios mió Ignacio tu siempre fuiste tan pendejito…” – dice la fémina con un tono de falsa pena y logra también sonreírle para burlarse. “Siempre hubo que bregar contigo como un chamaquito.”
“Ay cállate putita de mierda…”
“¡Nene!” – se une otro a la burla. “¡Nene!”
“Nah y ahora vas a ser la mascota de esos manganzones…” – sigue la fémina y le interrumpe la entrada del agente en el mameluco verde cubierto de pies a cabeza. Todos callan mientras el verifica la escena hasta extender los brazos en gesto de exigir una explicación.
“¿Y aquí que fue lo que les paso? ¿Dónde están los demás?” – el pregunta, su voz algo apretada detrás de ese visor en la capucha.
“¡Chago! ¡Ignacio casi nos mata a todos!” – la fémina acusa con fuerte furia, esperan todos por un momento en lo que Chago saca otra vez el revolver y casualmente ejecuta a Ignacio.
“¿Acaso los transformados que les cayeron encima a ustedes siguen por aquí metidos?” – el vuelve y pregunta.
“¡Si loco ten cuidado!”
“¡Yo creo que ellos planearon todo esto! ¡Están buscando el botín tuyo en el sótano!”
“¡Chaguito, en serio, yo creo que estas bregando con profesionales! ¡Vas a necesitar nuestra ayuda loco!...” – dice la fémina mientras Chago va alcanzando otra vez la manguera de presión en su espalda.
“Si eso no lo dudo…” – el les dice.

“Perdona la pregunta pero, acaso tienes algún miembro de tu familia en GSG-9 o algo por el estilo?” – Viviana le pregunta a Mikhail en referencia a su manejo de las armas. Van por el pasillo con las paredes color cobre retomando el ambiente familiar Borincano con cuadros de vejigantes o pleneras enmarcados saliendo de la cocina y al lado de los baños que dirigen a la barra bordeando una esquina al espacio de las mesas.
“Heh, nah esta bien…” – Mikhail le va contestando. “Es que tu sabes, uno juega los FPS, después le dan ganas de entrar en este tema…”
“Tienes razón…y oye ven acá, después de esta, quieres averiguar como fue que terminamos con esto?”
“¿Cómo vamos hacer eso?”
“No se, exactamente como es que vamos a conseguir a Vladimir entonces?”
“Buen punto Viviana. Perdóname por dudar a estas alturas…” – el sonríe, y al dar hacia el espacio de las mesas ven un boquete por las tormenteras, una de sus criaturas de pie en pos de defensa ante el ataque de un individuo en armadura dorada acechando con una espada que le combina. Otras de las criaturas están ya caídas degolladas. Primero Mikhail y Viviana y el caballero se miran sorprendidos por un minuto, luego Mikhail es el que alza la SA80 y le indica a Viviana que se cubra en la barra al descargar fatal una ráfaga contra el caballero. Van entrando dos más pero solo armados con espadas y Mikhail logra detenerlos disparando en un movimiento de zigzag con buen enfoque. Las criaturas que quedan luego rugen hacia el pasillo a la cocina y Viviana mirando desde ahí escondida se horroriza al ver las caras aplastadas y los dientes de sable de las otras criaturas correr a ella. Ella brinca al otro lado de la barra a Mikhail mientras sus propias criaturas, contando con solo dos luego de esa intrusión de los caballeros, van y la defienden. Chago ojea donde se estaciono detrás del centro comercial, los curiosos desde arriba residentes de Borinquen Towers ya se van juntando y grabando con los celulares y encima del camión suyo, ya otra vez se añadió el helicóptero. Los cables para despachar caballeros van bajando, pero el tranquilo vuelve al vehiculo por un minuto, sale con la manguera enganchada en su sitio, el revolver otra vez en una mano y un lanzagranadas en la otra. Su paso como si nada, ignora a espaldas suyas a alguien ordenando que se detenga, y del camión van saliendo un grupo de sus propias criaturas al ataque de todo caballero bajando a la escena. Mikhail y Viviana se quedaron distraídos viendo la contienda entre sus criaturas y las otras hasta que Chago entra por el pasillo y se manifiesta disparando con el revolver a las que no son suyas. A esto Mikhail y Viviana le huyen, corriendo hacia una mesa virada para el lado y se esconden, mientras todo se tranquiliza Chago va recargando el revolver. Al terminar ve sus criaturas correr husmeando a alguien escondiéndose el área y descarga con el lanzagranadas bombas de gas lacrimógeno a las mesas.
“Shhhhhhheisser!” – Mikhail se queja sorprendido y asustado. “¡Vete de aquí!” – le grita a Viviana señalando el boquete por las tormenteras pero lo que ella asustada hace es agarrarlo otra vez, con la intención de no irse sola. Haciendo esto revela su posición y Chago dispara con su revolver, la mesa aun así logra protegerlos, ella se tropieza y Mikhail contesta con una descarga furiosa que lo hace esconderse en la barra. Chago ve más de sus criaturas entrar y tranquilamente se dedica a buscar la compuerta al sótano.
“¡Heheheh, se pudo y se puede!” – el piensa en voz alta.

La combinación del humo y las criaturas infladas le dan una horrenda sorpresa a Viviana viendo sus dientes de sable venir. El gas como tal no los estuvo afectando así que ella reacciona con la escopeta a tiempo y con la ayuda de Mikhail logran detener esa ola. Chago escuchando esos disparos decide atacar otra vez antes de bajar, hace la misma combinación de primero detonar otra mas gas y luego unos disparos caminando a las mesas. Mikhail y Viviana logran otra vez meterse detrás de mesas viradas aunque ahora están separados. Viviana desde el fondo a la derecha lanza la mochila llena de los saurios a Chago, este piensa que es una distracción y que del otro lado de la mesa va salir disparando y se echa a reír caminando hacia ella listo para tirotearla, hasta que se le lanzan encima los reptiles. El se queda de pies tambaleando a gritos por los rasguños y mordidas. Dispara suelto, de esas balas una casi le da a Mikhail cuando tuvo la idea de tirotear sus piernas y lo hace esperar hasta que le diera la espalda. Una vez derribado en la neblina de gas ellos se acercan apuntando precavidamente, les sorprende cuando el logra lanzar a par de los saurios quitándoselos de encima y Mikhail toma la iniciativa de acercarse con mas prisa. Chago se quita la capucha y la lanza distrayendo gran parte de los saurios picando. “¡Vladimir Nervo!” – Mikhail pregunta tan pronto le ve la cara. “¡Vladimir Nervo! ¡¿Dónde esta?!”
Chago alza su revolver fuera de la neblina con una cara confundida mirando a Mikhail, este le taladra una ráfaga de tiros en el techo antes de que disparara. Viviana se acerca y se queda parada a su lado, ambos mirando y pensando que hacer ahora. Escuchan las hélices y están de
inmediato rodeados por armaduras doradas.  

(continuara)
 - AA

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