Moving on, enjoy this week's chapter.
Ultra Alma (9)
Vladimir va
entrando, inexplicablemente sus ojos y los del cardenal Guerrero se encadenan
tan pronto se encuentran, y cuenta como ocho caballeros bien armados y listos
para el fusilamiento delante suyo. De estos unos van saliendo del elevador de
carga a su izquierda, uno otro al lado de Vladimir y Braulio. En la pared
detrás de Guerrero otra cruz bien grande y a la derecha un ultimo mural con
imágenes de varios jóvenes transformados en túnicas blancas tratando de
alcanzar en las nubes un Dios blanco sin la barba. “¡Hasta aquí ustedes
llegaron! ¡Les doy una ultima oportunidad de que suelten esas armas y enfrenten
su juicio!” – el declara señalando con un revolver.
“You said
earlier you were gonna put us in coffins now you wanna judge what fu-…” –
Vladimir piensa en voz alta perplejo antes todas las ametralladoras que lo
tienen a el y Braulio en la mira.
“¡Mira
puñeta que suelten esas escopetas ya!” – un caballero con apariencia de
pandillero calvo pero aspecto y tono caribeño les vuelve a reclamar con furia,
y se abren las compuertas del elevador de carga al lado de Vladimir y Braulio.
“¡Muahahahaha!”
– se i.e. malvado otra vez Braulio sacando el dedo malo en ambos brazos. Antes
de que los caballeros puedan manifestar su disgusto y ya acabarlos los azota
una masa de colmillos verde como el Papuropus con pelusa de pájaro chango
oscura y en cuatro patas como un perro.
“Now!” –
grita Marion haciendo su movida ciclónica descargando sin piedad al mismo ritmo
que Braulio. Mikhail se mueve rápido pero ni puede creer lo que ve, son dos las
criaturas y tienen como el hocico de gavial en un agrandado cuerpo de perro de
ataque. Los caballeros de verdad ni saben que hacer así que reciben la balacera
o se los llevan los perros por la boca a la vez que dan rasguños mortales en un
ataque incesante. Vladimir luego ve la dueña de los perros ir saliendo del
elevador por ultimo cargando otra Protecta y con un traje apretado idéntico al
de Krajnoc pero con las mangas de los brazos largas hasta la muñeca y guantes
de cuero en las manos. Se ve alta de atletismo como jugadora de voleibol y de
la misma edad que ellos con pelo largo en trenzas blancas. Por su
transformación no puede definir si fue de tez blanca o negra con facciones mestizas
en su cara que también parece perdida de adicta observando la trifulca. Dos
caballeros muy malheridos se salpican entre ellos, uno blanquito bien joven
llorando y se arrastra con una punzante herida de garra en la espalda llamando
a su mama, el otro es el calvo caribeño de horita. Le falta el brazo izquierdo,
aun en furia y con unos tiros que le alcanzaron las piernas.
“¡Nonononono
papito tu de aquí no te vas!” – de la nada la alta grita con una rabia
alcanzando su escopeta y les entra a tiros de gracia maldiciendo bien fuerte
como si los conociera. Balas ahora se salpican hacia ese entorno y Vladimir
vuelve a encadenar una mirada fastidiosa hacia el cardenal. De la misma manera
que ninguna bala lo toca y las garras no lo alcanzan, ninguna de sus propias
balas de revolver impactan a Vladimir, el solamente esta ahí parado con una
cara perpleja hasta alcanzar su escopeta y cortarle la corrida con un tiro en
el pecho. Lo detuvo pero no lo derriba, notando eso Vladimir se fue a la carga
otra vez con el enfoque mientras el cardenal detona sus ultimas fallidas balas.
Recibe otro impacto completo de la escopeta en el pecho pero aun así permanece
de pie, uno por el hombro izquierdo lo empuja y desarma pero el aun ni lo tumba.
Así se queda bien pendiente de quien lo castiga hasta que se apunto alto a la
quijada. La alta de repente al lado de Vladimir mirando al cardenal,
increíblemente seguía con vida, sus últimos momentos ve como las criaturas terminan
con el escuadro devorando. Su furia cae y entra la angustia viendo como unos
muy malheridos tratan de arrastrarse a el pidiendo ayuda pero las garras o
colmillos los detienen. Los había perdido a todos ellos, se le hace posible
acordarse de todos y cada uno ante el. A unos los encontró en las calles y
selvas, a otros los rescato de incidentes como los de San Juan hace unas horas,
y la otra parte fueron los voluntarios. Jóvenes excepcionales de sangre elite,
con una valentía para encontrar la liberación de todo lo que les rodea y
enfocar esfuerzos contra la verdadera y creciente maldad de La Plaga. “¡Cilix
Guerrero!” – Mirelka Lesnar lo llama, el reconoce su voz y ese tono de tecata
Boricua en furia, Vladimir nervioso pero permanece tranquilo con la atleta
apuntando a ese caballero y una mirada de odio en sus ojos. “¡Mucha gente a
muerto por tu culpa!” – Vladimir piensa esto se debe tratar de venganza luego
de escuchar esa.
“¡MMMMMMMMMMMMMMMiry!”
– Braulio gozante se avecina al lado de ellos.
“¿La
conoces?” – Vladimir le pregunta.
“¡La conocí
en la publica de Rió Piedras que me metieron después de caerle encima a
Renecito! ¡Ella es bien cool, ella es cheerleader! ¡Nos presento por un
hospitalillo bien bueno por el Condado y nos explico todo!” – y escuchan un
rugido doloroso de Guerrero poniéndose de rodillas para mirarlos a los tres, ya
el capto lo que fue tan mal. Sawney Bean no solo estuvo casualmente destruyendo
La Perla para algún inversionista, extendió una trampa para Los Ángeles al
ellos entrar a San Juan. La jugadora mas preciada del año en esta liga
profesional esta aquí ahora para recuperar la otra inversión que han hecho en
nuevo talento porque Homeland Security les abrieron la puerta a ellos y a esos
vampiros. El los mira a ellos tres, son igual de jóvenes que su hermano Cadmo.
Le llega a dar una última pena que no pudieron hacerse sus compañeros y los
acólitos suyos. Estos son los peores tiempos, les hubiesen perdonado lo que
hicieron en el rescate. Le quiere decir algo a Vladimir, viéndolo confiado
agitar el manojo del cañón en la escopeta para preparar otra descarga y
sincronizando la mira con Braulio y Mirelka. Le gustaría insultar y maldecir
hasta su ultimo momento y dejarle saber que si su hermano sobrevive este
incidente, lo va a buscar a el y todos ellos y los va eliminar.
Desafortunadamente el cantazo en la quijada lo dejo balbuceando, y de verdad le
dolió el intento.
Lo hartan a
tiros. Braulio conectando en el hombro anteriormente impactado hasta lo
despedaza fuera del cuerpo. Vladimir con el cuello y calva lo hace rebotar
hasta voltearlo y dejarlo bocabajo. Ahí se detienen, observan a las criaturas
devorar lo que queda, Mirelka se percata de Vladimir dando unos pasos atrás
algo nervioso de esos animales. “Mira chico esta bien…” – ella le dice. “Son
rottweilers cuando los expones. Los entrenan para que les caigan encima al
primer pendejo que vean con la armadura esa puesta.”
“¿Me puedo
quedar con esas mágnum suyas?” – el pregunta señalando las pistolas de
carabela.
“No, si te
vas con los militares no puedes andar armado. ¡Pero hey, yo si! ¡Entonces, si quieres,
te las aguanto y después te las vendo cuando salgas!”
“Ah okay…”
– Vladimir pensante, no es mala idea. Mikhail y Remy se van acercando, Mikhail
verifica los ascensores de carga mientras Remy maravillado como siempre viendo
la escena. Le sorprende una palmada en la espalda por parte Marion con aire de
victoria.
“Now that’s
kicking their asses!” – Braulio dice, el y Marion y Remy se chocan la mano.
“¿Ven aca y
que es eso de que ‘cuando salga’?” – Vladimir pregunta, ya todos en el ascensor
subiendo hasta el último nivel indicado. “¿Va haber un juicio por…lo que paso
aquí, y en Plaza, y en Puerto Nuevo? ¿Nos…nos van a arrestar?”
“¿Qué? No…”
– Mirelka maniobrando contestar mientras inspecciona las pistolas carabelas y
bota los casquillos de bala usados. “Lo que quieren hacer es sacarlos a ustedes
de aquí y llevarlos a área 51 y hacerles un par de preguntas y tu sabes, para
que se reporten con sus familias…”
“¡Acho lo
sabia! ¡Esa base de verdad existe!” – Remy interrumpe.
“Si, eso es
protocolo, después de eso ustedes salen y los mandan a algún sitio donde no le
hagan daño a nadie por New York, Ohio, Michigan, Nova Scotia…chacho un montón
de lugares donde nos esconden. Uno de verdad aprende que pequeña es la isla una
vez llegas a una de esas ciudades…”
“¿Y…donde
es que tu vives?” – Mikhail le pregunta curioso.
“Weird
Revolution, Ohio. Bien lindo el sitio. Supuestamente fue donde primero se soltó
esto en los Estados Unidos. Pero después los de New York se ponen a chavar que
ni que de verdad fue con ellos. ¡Tu sabes, como cuando se ponen a discutir
donde fue que Colon entro primero a la isla!” – se escucha el indicador de que
llegaron al piso. “Okay, si me hacen el favor y dejan las metras en el piso.
Marion, Braulio, eso incluye a ustedes dos…” – se abren las compuertas y los
reciben dos fortísimos de Homeland Security armados pero no en una pos
amenazante, mas bien sorprendidos de buena manera al verlos al aire libre en lo
que parece la amplia cima de la ciudadela gótica y señorial pero también
modernizada funcionando como pista aérea. Hace un día bien bueno con el cielo
azul y despejado en una localización silvestre verde.
“You kids
alright?” – uno de ellos pregunta.
“Probably…”
– Mikhail contesta pero nadie lo escucha.
“Okay guys, let’s all just put the guns down and walk over
to the helicopters you see over there. We’ll talk about this, we’re all going
home, and it’ll all be alright…”
Mucha
actividad desde que se despegaron de los monitores de vigilancia, mas
helicópteros y escuadros, mas soldados de Homeland bien armados supervisando la
escena y unos caballeros que llegan con solo espadas correteando por el área
desesperados buscando un quehacer con urgencia. Dos grandes carpas verdes con
la bandera de Estados Unidos fueron levantadas, al borde de estos caballeros,
frailes y monjas recibiendo atención medica por parte de compañeros o soldados.
“Aquí los dejo…” – Mirelka dice separándose de la escolta en trayectoria a la
carpa con menos actividad sobresaliendo. Ella se va dirigiendo a un helicóptero
de personal con la misma fachada que el uniforme suyo y un Union Jack. Ella
camina en reversa y les sonríe llegando esperando a que aterrice su pon. “¡No
les mientas! ¡Díganle todo lo que sepan!” – le hace señas a Vladimir haciendo
juego con los gatillos de las pistolas.
“¡¿De donde
esa diabla encontró esas pistolas!?” – escuchan a un caballero comentar.
“…no!
¡Imposible!” – va entendiendo otro.
“¡Por el
alma de esa adicta, será mejor que Cadmo no salga vivo de esta!”
Solo más
soldados y los jóvenes en esa caseta, una rueda de aplausos y algarabía tan
pronto Yokaira y Lulu emotivamente se lanzan a Remy. Yokaira envuelve sus
brazos en llanto al ver a su hermanito otra vez, Lulu y Vladimir se miran, ella
sorprendida y fascinada al haber visto este muchacho regresar con su amigo
ileso de esta situación. Vladimir tranquilamente le devuelve la sonrisa rascándose
el pelo. “Dude…” – ella empieza a decir levantándose. “Thanks, seriously…”
“It’s…it’s
alright…I tried…” – el contesta a sabiendas de lo que el piensa que paso de
verdad.
“Tried how?
You did it man! You brought him back safely!”
“Yeah but it was just so weird!” – el explica. “We just…went
through all of them! Even he was able to get a few shots in!”
“¡Acho Leo
este tipo se guillo!” – Remy entra a la conversación. “¡Le cayo a machetazos a
un chorro de kinkyboys y le voló la cabeza a cuanto lagarto y caballero de la
mesa redonda que se encontrara!”
“¡No me
digas!” – ella contesta con una actuación de maravilla con las manos en la
cintura.
“¡Si bien
cabron! ¡También estaba este ultimo tipo con dos súper pistolas disparando
directo, sus balas ni le caían, era bien demente!”
“Coooooool…while you guys were busy with that I fought a
giant toothless Russian with lightning powers.”
“…what?!” –
Vladimir contesta sorprendido.
Mikhail fue
a Viviana, Marion fue a Hilary, Braulio sin saber que hacer entre todos ellos.
“Mik…” – Viviana apenas puede hablar al momento. “Braulio esta detrás de ti…”
“¡Lo se
Vivi, lo se! ¡Esta bien, el me ayudo! ¿¡Pero dime que fue lo que te paso!? ¿¡Te
hicieron daño, te violaron?! ¡Por favor dime!” – el le aguanta las manos
preguntando bien preocupado.
“…me partió
un rayo.”
“¡¿Qué?!”
“Y-yeah, guy had a thunder gun…”
“The
fuck?!”
“Where’s
Vlad?”
Un trío
compuesto de dos monjas y otro fraile luego entra, este fraile un hombre de
cara fuerte cuadrada y aspecto conquistador, llevaba su cabeza tapada en con la
capucha pero se distingue su recorte rubio militar y el ojo derecho con un
parcho. Con una percibida tranquila furia, el observa a Vladimir y Lulu con sus
manos hechas en puños. “You hungry or something?” – los soldados fueron veloces
en actuar y de repente tuvo a uno en la cara. “Now you get the fuck
outta here or I’m leaving you blind.”
“¡Por favor
señor, usted debe permitirnos hablar con Leonisa Feliz!” – sin entender nada de
Ingles, una de las jóvenes monjitas le suplica al soldado.
“¡Atacaron
a su hermana y la dejaron muy mal herida! ¡Ella necesita verla en este
instante!”
“Oh for
fuck’s sake!” – en un buen repente Lulu se queja indignada. “You people listen
to me, if you think I’m just gonna lock myself up in a dungeon she’s running,
then you’re wrong! Dead
wrong?”
“¿¡P-pero,
que?!”
“¡¿Que ella
acaba de decir?!”
“Look ladies, please shut up and get out of here.” –
instruye un soldado.
“Yeah, shut up and get out of here.” – Vladimir dice tranquilo haciendo señas
directas al encapuchado.
“You really think you’ll get away with what you just did?” –
el encapuchado sin reaccionar contesta.
“What’s that? ‘Shut up and get out of here’? Yeah that’s
right. I’m a minor, please leave!”
“Look bro…” – interviene un soldado. “You know for a fact
everything that just happened here could’ve been avoided.”
“Well please, accept my deepest apologies and if I may, a
little criticism: you were too slow to react.”
“Noted. Now you’re also aware, that you forewent the proper
management of these kids. You almost hurried them into your group with
absolutely no information. You failed to tell them they had options. You fail
to inform their parents. And finally, you failed to keep them out of harm’s
way. You just kept on talking, talking, and talking, forcing yourselves into
their lives. Now it’s our turn to talk and get some of their feedback. You’re
the ones who abolished rights from your lives, but that does not mean these kids
and everyone else you manage to round up like slaves will have to do the same.”
“And you’re also aware that they were only put in
unspeakable harms way because you people breached us!”
“Hey buddy,
fuck you!” – escuchan a Braulio contestando.
“And you’re gonna let that little creep just walk out of
here?!” – en furia reclama el encapuchado señalando.
“You knew I
was a snake!” – dice cantando al hacer su entrada un Americano con el corte y
fachada política Aria. Viviana, Mikhail, y Braulio se llevan una nueva sorpresa
al reconocerlo. Cada día unos años atrás su programa de análisis político en
una cadena noticiosa Estadounidense les llamo su atención con sus teorías sobre
la invasión de los Estados Unidos por Méjico por el uso de la migración ilegal.
También variaron los temas y la controversia con su mentalidad derechista hacia
cada aspecto social en un fastidioso ritmo, siempre de pie, sus brazos nunca se
paraban de mover y señalar a la nada explicando el deterioro de la nación
Americana, y su pelo canela al parecer tenia vida propia. Cuando Barack Hussein
Obama obtuvo la presidencia en las elecciones del año 2008, calladamente Curtis
Masters y su sindicado programa de discusiones políticas en GCN, ‘Hour of the
Master’ desaparecieron de la televisión. “Gutten Tag, Steiner!” – pero aquí
acaba de reaparecer, mas altivo y en las buenas como nunca engabanado y con el
mismo colorido en la piel que sus soldados.
(continuara)
- AA
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